Para adaptarse a las
condiciones en aguas abiertas mucho más rápido es importante practicar una serie de
técnicas en la piscina:
1. Respiración bilateral: Durante un entrenamiento o una prueba en
aguas abiertas no siempre podrás respirar por el lado que te resulte más
cómodo. Podrías tener el viento y el oleaje en contra, y además los puntos de
referencia podrían encontrarse en el otro lado, por lo que necesitarás poder
girar la cabeza a cualquiera de los lados cuando sea necesario.
2. Mirar hacia delante 2 o 3 veces por largo en la
piscina: Visualizar qué miras antes de levantar la cabeza te ayudará a
localizar los puntos de referencia inmediatamente, manteniendo el ritmo y el
equilibrio al hacerlo.
3. Nadar repeticiones de 25m con los ojos cerrados para
comprobar la capacidad de nadar en línea recta cuando no se dispone de nada que
te sirva de guía. Nada lentamente en caso de que te choques con la corchera y
espera hasta que dispongas de una calle para ti solo. Cuenta las brazadas y
abre los ojos para calcular los metros que te quedan para llegar a la pared.
Esto te enseñará a nadar en línea recta sin tener una línea de referencia en el
fondo.