Mecánica de brazada y cadencia: nadando en
aguas abiertas no hay pausa cada 25 ó 50 metros para dar la vuelta, das
brazadas continuamente por lo que la sensación de detener los brazos cada 10-40 brazadas ya no existe. Y con la velocidad de deslizamiento aumentada por tu
traje, tu velocidad de brazada y cadencia también aumentan. Obviamente, la
mejor forma de adaptarse a estos cambios y perfeccionar tu mecánica de brazada
para una cadencia más rápida es nadar en aguas abiertas con traje de neopreno.
Puedes utilizar un Tempo Trainer para centrarte en la cadencia. Cuando estás limitado al nado en piscina, experimenta con cadencias que ligeramente más rápidas. Podrías sacrificar temporalmente ese recuento de brazadas mínimo muy pulido que has pasado tanto tiempo poniendo a punto, pero te prepararás para el traje de neopreno. Concéntrate en el movimiento de la mano y el brazo desde la entrada al agarre, ya que debe ser más rápido, y disminuye la sensación de presionar hacia abajo para conseguir agarrar el agua. Recuerda, con el traje de neopreno no tendrás la sensibilidad táctil en el brazo para diferenciar entre hidrodinámica y turbulencia según vayas desde la extensión al agarre. Céntrate también en acelerar la fase de recobro de tu brazada mientras llevas el codo adelante y el antebrazo relajado. ¡Desarrolla velocidad sin tensión! Mantén esa entrada de la mano en el agua limpia y silenciosa.
Nadando
en aguas abiertas con traje de neopreno, fija tu Tempo Trainer en tu cadencia óptima y controla
tu recuento de brazadas durante una longitud que puedas repetir. Lo ideal sería
que esta longitud pudiera ser de un octavo a un cuarto de tu distancia de
carrera. Intenta nadar tu distancia de carrera objetivo en longitudes medidas
en esta cadencia y observa si puedes mantener el recuento de brazadas
constante. Si empiezas a aumentar considerablemente tu recuento de brazadas en
las longitudes posteriores, prueba un ritmo más lento.
Tanto
en la piscina como en nadando en aguas abiertas con traje, según incrementes tu
cadencia, controla la tensión de tus brazos durante la fase de
recobro. Piensa “codo hacia delante” y “antebrazo relajado”. Mantén también tu
entrada relajada.